jueves, 1 de agosto de 2013

La puñalada en el corazón


La puñalada en el corazón

Hace un año y medio me dirigía hacia mi casa caminando y pase por un puente peatonal en el norte de la ciudad a las 9:30 PM. El puente estaba solo y oscuro y justo en la mitad apareció un tipo, el cual sacó un cuchillo y se me vino encima. Yo llevaba un paraguas, así que me defendí tratando de apartarlo… En esa interacción que duró un poco más de cinco minutos creo, el tipo me saltó encima, me pegó una especie de puño en el pecho y continuo amenazante… De pronto y de la nada, este tipo ve algo detrás de mí, se asusta y sale corriendo. Y mientras corría miraba hacia atrás con una cara de terror, como si hubiera algo o alguien allí, No puedo explicarles que paso, ni que o quien era… Lo único que les puedo confirmar es que en ese puente solo estábamos él y yo…

Cuando el asaltante se había ido, me di la vuelta y caminé un poco para bajar del puente hasta que sentí algo mojado en mi pecho a la altura del corazón. Al abrir la chaqueta salió un chorro de sangre de mi pecho en el lado izquierdo, me asuste y corrí buscando ayuda. No sé porque terminé metiéndome en una calle oscura y sola y estando en esta, aparece de la nada un taxi que estaba perdido buscando una dirección. Lo detuve y le pedí que me llevara a una clínica cercana. Llegue casi desmayado 20 minutos después.

Ingresé a urgencias y en segundos tenía 10 personas encima, limpiándome, cosiéndome el pecho y haciendo 100 exámenes, radiografías, electro, TAC, etc…

El resultado? No tenía nada!!! Es decir, en efecto el cuchillo penetró mi pecho pasando a casi 2 cm del corazón y llegando al esternón. No me cortó ningún órgano vital, llámese vena, arteria, pulmón, corazón, hueso, etc… no tenía líquido en los pulmones tampoco, es decir el cuchillo ingreso en una zona blanda y no hizo gran cosa… Eso sí, tenía el pecho hinchado, verde, azul, morado… y me dolía como nunca… El dolor permaneció por casi quince días y el trauma psicológico del ataque me duró casi seis meses.

Hoy, de ese ataque No queda nada y cuando les digo nada, es que ni siquiera veo una cicatriz en mi pecho. No sé cómo fue que se borró; y tampoco recuerdo muy bien lo que paso, sin embargo lo tenía escrito en mi diario, ya que quería saber algún día cual era el propósito de esto en mi vida, e igual documentar estos 3 milagros que me pasaron.

Este mismo tipo de ataques son los que nosotros recibimos algunas veces de las personas que amamos o que son importantes para nosotros: Una puñalada en el corazón!!! Y estas dejan en nosotros heridas profundas y duraderas, que se quedaran allí para siempre, destruyendo todo y a todos los que se nos acerquen, a menos que pongamos de nuestra parte para sanarlas.

Estoy seguro que el tipo que me atacó en ese puente no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Tampoco creo que estuviera drogado como varias personas me sugirieron. De hecho nunca mencionó que me quisiera asaltar (Tampoco creo que fuera alguien enviado por la competencia como me indicaron mis compañeros de trabajo, jajaja).   De esta misma forma, aquellas personas que te apuñalaron el corazón no tenían ni idea de lo que estaban haciendo, no buscaban dañarte. Solo actuaban conforme a lo que ellas(os) creían que necesitaban de ti. Tú simplemente estabas en medio de su proceso y sin querer te atropellaron.

Ahora, como sanas una herida? Constantemente me he hecho esa pregunta y la respuesta siempre viene de lo que llamamos “Perdón”. Para perdonar debes soltar, es decir, dejar ir esa situación que te dolió y liberar a quien lo hizo. “Enfócate en los peces”, No más en el problema!!!

Durante varios años he tenido que aprender a las malas a soltar a las personas que me han hecho daño, liberarlas completamente. Esto lo hago imaginándome con ellas en un cuarto y en medio de mis lágrimas y dolor las perdono hasta que las veo partir (algunas veces me toca repetir esto como 100 veces jajaja), oro por ellas, siempre pidiéndole a Dios que llene sus corazones de amor y de paz. Y lo más importante, pido que Él ponga en mi corazón perdón para esa persona y que me ayude a perdonarme a mí mismo… Y por más que me cuesta, algunas veces he tenido que alejarme para hacer el proceso solo.

Después del ataque en esa noche, varias veces paso por mi mente volver a ese puente con algún amigo y con un dispositivo de esos que electrocutan. Quería encontrarme al tipo y darle de su propia medicina, es decir, devolverle el mal que me había hecho. Jamás lo hice. A la final terminé renunciando a mi derecho de venganza sobre esa persona y lo mejor es que ni me acuerdo de ella. Todo el incidente se borró tanto de mi mente como de mi cuerpo…

De esta misma forma he logrado sanar otras heridas que he recibido. He soltado a esas personas, no pensando más en ellas ni en lo que me hicieron y cuando me las he vuelto a cruzar en la vida, las veo como a cualquier otra persona más. He continuado con mi vida y con el tiempo he sido restituido en grande. Ya no existe nada de dolor en mí, no hay más esa presión en el pecho.

Algunas veces habrá personas en tu vida que tienen intenciones diferentes a las tuyas, es un tema de sintonía y de manejar la situación para no generar confusiones y así no recibir la mal llamada: “Puñalada en el corazón”.

No digo con esto que la persona que de pronto te hizo daño, ya sea tu pareja, jefe o socio, deje de ser importante para ti. Pero lo que si te puedo decir es que aun teniéndola a tu lado, puedes llegar a soltar lo que te hizo, puedes verla desde un lugar donde ya no hay dolor. Simplemente enfócate en los peces y No en el problema, porque en el momento que dejes de darle tu atención a lo que esa persona hace o no hace, allí se terminará y anulará tanto el dolor, como la supuesta intención de hacértelo… Allí iniciará tu proceso de perdón.

Cada persona que te hace daño, te hace merecedora a ti de recibir el “doble de restauración”. Es como una inversión que has hecho al recibirlo y al mismo tiempo esa persona se acercará cada vez más a su proceso de transformación. Porque cuando tú ya no estés presente para recibir ese daño, llegará su tan soñado cambio, llegará su “doble Perdón”.

Así que camina tranquilo (a) sabiendo que Dios está en control de todo y de todos y él se encargará de alinearnos para que cada uno reciba lo que necesita en su tiempo.

Por eso hoy te invito a que sueltes esa puñalada en tu corazón y pronto te darás cuenta que no quedarán ni siquiera cicatrices en tu pecho, de la misma forma como hoy no las hay en el mío…

Un gran abrazo a ti que tienes un gran y perfecto corazón!!!

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