viernes, 1 de noviembre de 2013

Una empresa en Quiebra

Una empresa en Quiebra

Actualmente trabajo en Mercadeo y tengo a mi cargo el presupuesto de ingresos de la compañía, el cual he distribuido en 8 unidades de negocio. Cada unidad de negocio es como una empresa, la cual tiene un presupuesto, una estrategia, ingresos y egresos, etc.

Para asegurar el cumplimiento de cada unidad de negocio he designado a un responsable, quienes a su vez tienen tanto un equipo de trabajo directo,  como un equipo transversal que soporta los números y procesos. Es lo que llaman una estructura matricial, la cual está diseñada para funcionar como un reloj: Sincronizada y perfecta!!!

Sin embargo, aunque las compañías están desarrolladas sobre modelos de negocio y estrategias teóricamente perfectas…, en la práctica tienen una serie de complejidades tanto internas como externas, que definen sus dinámicas internas y en estas Uno de los factores más importante es el equipo de trabajo, es decir las personas.

Cada persona dentro de mi equipo es una pieza fundamental en el funcionamiento de la afinada maquinaria y en esto se pone a prueba tanto sus aptitudes como sus actitudes. Es decir, conocimiento, experiencia y forma de trabajar, para ponerlos a producir en favor de dicha maquinaria.

Dentro de este fenomenal equipo de trabajo, el cual es algo joven (comenzando por mí, jajaja), tengo a un personaje a quien llamaré en esta historia: ”El Carlos”. El Carlos tiene a su cargo dos unidades de negocio, las cuales generan en volumen de ingresos la menor cantidad, comparativamente con las otras 6 unidades de negocio. Para lograr dicho ingreso, El Carlos cuenta con 5 personas directas en su equipo y 5 personas indirectas que lo soportan matricialmente, además de 2 personas más en Miami que lo soportan regionalmente en ciertas negociaciones globales.

Es decir, El Carlos tiene todo un equipo de trabajo que produce menos que todas las demás unidades de negocio. Y aunque esto se vea como ineficiente, la realidad del negocio es algo compleja y requiere de todo ese nivel de soporte.

El tema con El Carlos es que una de sus unidades de negocio No cumple el presupuesto y cuando estamos en nuestros comités semanales de seguimiento, El Carlos No tiene ni idea de qué hacer o qué decir sobre lo que está pasando. No tiene ni siquiera una estrategia clara, únicamente se limita a decir que el presupuesto fue mal diseñado y que no se iba a cumplir.

Este personaje es uno de esos que heredé cuando llegue a esta compañía, el cual desempeñaba un cargo con responsabilidades técnicas y a quien me ha tocado capacitarlo en lo que yo llamo: “Evangelización comercial”; es decir, he tenido que imprimirle visión de negocio para que se distancie del enfoque técnico y piense más como un gerente con visión comercial . Y aunque El Carlos está haciendo una especialización en Mercadeo, a veces me cuesta hablarle en términos de mercado porque no los entiende, le ha costado hacer el cambio de mentalidad, es decir: Renovarse!!!

Estas experiencias me permiten entender que las personas tienen perfiles, procesos, sueños y formas de trabajo distintas. Es decir todas las personas somos y tenemos objetivos completamente diferentes.

Después de un año de estar trabajando con este personaje tratando de acomodarlo a mi manera, dándole ideas, nuevos procesos, más responsabilidades, etc. descubrí que realmente él ya no podía ir más allá. Y en las compañías los presupuestos se fijan para cumplirse, No para excusarse.

Un día me senté con “El Carlos” dentro de un proceso de retroalimentación, en el cual le estaba dando unas recomendaciones de cómo manejar algunas situaciones que él había enfrentado de manera errada en el lanzamiento de un nuevo producto. Y haciendo referencia a la unidad de negocio que el maneja y que viene incumpliendo el presupuesto de este año, le dije: Mira, Haz de cuenta que hoy te entrego “Una empresa en Quiebra”, es decir lo que ves es lo que hay. Te voy a contratar para que saques adelante esta empresa, este nuevo reto. Sientes que lo podrías hacer? Crees que te puedes comprometer y aceptar este reto comenzando de cero?

El tipo, no sabía que decir, simplemente se quedó pensando y con una voz débil me dijo: Puedo pensarlo y responderte mañana? Él sabía qué implicaciones tenía un SI (si no cumple se va…). Y las implicaciones de un No era que le quitaría 3 personas de su equipo para que reportaran a otra unidad de negocio, que asumiría dicha responsabilidad; pero continuaría en la compañía.

Al día siguiente esperó el final del día y se acercó a mi oficina para decirme que definitivamente No aceptaba el reto y que se quedaba con sólo una unidad de negocio. Y aunque su respuesta me frustró, me bajo la nota con respecto a él, entendí que cada persona es diferente, con capacidades, sueños y momentos de vida diferentes y que él ya estaba quemado en esa responsabilidad, que necesitaba un descanso para retomar fuerzas.

Acepté su respuesta y me reuní con otro gerente para que asumiera dicha responsabilidad con los recursos requeridos e igualmente comuniqué a su equipo el nuevo cambio. A partir de allí inicie un nuevo capítulo en mi esquema de trabajo, para lograr que esa “empresa en quiebra” saliera a flote de la mano de un nuevo gerente con nuevas ideas.

El foco de esta historia es: Las personas que están hoy en tu vida que son unas “Empresas en Quiebra”, incluso puedes ser tú mismo… y como tú juegas un rol importante en el proceso de sacar a flote dichas empresas o personas.

Cuántos de nosotros no hemos tenido a alguien importante o relevante que queremos ver bien y que por más que lo intentamos no logramos que esa persona salga a flote? Cuántos de nosotros les hablamos, acompanamos, les regalamos libros, les recomendamos psicólogos, procesos, etc. Incluso les presentamos guías espirituales, para que logren salir de ese hueco…

Algunas de esas personas son para nosotros: “Causas Perdidas”, de la misma forma como para “El Carlos”, esa unidad de negocio era una causa perdida… es decir, no vemos cómo sacarlas a flote.

Bueno, déjame decirte que tú tienes una responsabilidad limitada en esas personas, es decir tú siempre tendrás la oportunidad de sembrar buenas semillas en ellos, que a su tiempo darán fruto. Debes cultivarlos sin involucrarte, siempre a distancia para No afectarte, ya que ellos No son tu responsabilidad, ellos son responsabilidad de Dios y es él quien se encarga de cambiar a las personas No tú!!!

Recuerda en “La clase de Francés”, que tú solamente cumples la función de ser un maestro o un guía momentáneo en sus vidas. Tú tienes la responsabilidad de entregar ese mensaje, ese libro, esa compañía incondicional, esa buena actitud con ellos, dar ese mensaje desinteresado y de vez en cuando “confrontarlos”, para que ellos mismos den fruto a su tiempo.

Cuando estés sufriendo por alguien más, por su proceso, eso es una clara señal de que estas involucrado. Es el momento de hacerte a un lado, has “idolatrizado” a esa persona.

Yo sé más que nadie lo que duele ver a alguien que amas y que No quiere cambiar, que No quiere organizar su vida, que No te quiere escuchar… pero también sé que yo tampoco logre cambiar muchas cosas que algunas personas requirieron de mí en su tiempo y que les hacían daño; y créanme, Dios puso nuevos gerentes en mi vida que me afinaron por completo.

Todos tenemos un proceso y un tiempo, y como “El Carlos” debemos entender cuando ya has hecho tu parte y cuando es hora de delegarle a Dios la parte de él. Entre más rápido lo hagas más rápido se salvará esa “Empresa en Quiebra”. Deja que el use a un nuevo gerente con otras capacidades requeridas para salvar esa empresa que tanto amas y No te frustres por eso. Dios está en control, por algo él es el presidente de la compañía y No tú.

Él te dará una nueva oportunidad cuando ya estés preparado para asumir nuevamente tu responsabilidad.

Un gran abrazo a mis queridos gerentes que saben cuándo debemos entregar la responsabilidad a Dios!

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