viernes, 8 de noviembre de 2013

La Cenicienta

La Cenicienta

Me imagino que todos han leído o escuchado la historia de la cenicienta. Esta habla de una bella joven que perdió a su madre y luego a su padre (quien viudo se volvió a casar con una loquilla). Vivía con su madrastra y sus hermanastras y era tratada como la sirvienta de la casa. Sus vestidos siempre estaban sucios y manchados de cenizas, por esto era llamada: “La cenicienta”.

En la historia original, esta bella joven pasó por todas las pruebas más difíciles y no veía nada más allá de su miserable vida. Condenada a ser una sirvienta, se le aparece un día un hada madrina y le da la oportunidad de asistir a una fiesta de gala, en la cual conoce a su príncipe azul, alguien a quien todas las mujeres de ese reino querían acceder. Ella fue la afortunada que lo conquistó, finalmente se casó con él y vivieron felices para siempre. La madrastra con sus hijas terminaron sirviéndole a la grandiosa “Cenicienta”.

Esta historia es un ejemplo de cómo opera muchas veces la justicia de Dios en la vida de las personas. Y es aquí donde comienza esta nueva historia para reflexionar. Cuando has vivido una vida en la cual aparentemente no pasa nada bueno y todo lo que recibes es aflicción, dolor, rechazo, tal vez incluso pruebas financieras largas y una soledad intolerable.

Cuando de alguna forma en tu condición actual: laboral, financiera, sentimental o incluso de salud, las cosas parece que no evolucionan, sino por el contrario empeoran. Cuando todos esos sueños de ser una princesa o un príncipe están abandonados y no ves que puedas verlos materializarse.

El 7 de Septiembre del año 1933 nació mi hermosa madre en la localidad de Loma Negra que pertenece a la ciudad de Olavarria circunscrita dentro de la provincia de Buenos Aires en Argentina.

Mi mamá nació y creció en una hacienda que tenía mi abuelo en Loma Negra y fue la menor de 12 hermanos. Al poco tiempo de haber nacido, su madre falleció e inmediatamente su padre consiguió a otra esposa con la que tuvo otros 12 hijos.

En la medida que se iba creando esa nueva familia, los hermanos de mi mamá se iban de la hacienda para hacer sus vidas, muchos de ellos se casaron jóvenes. Pero mi mamá por ser la menor se quedó y allí inició su miserable vida de cenicienta. Ella era quien cuidaba y organizaba a todos sus hermanastros y cada vez que alguno hacia algo malo, culpaban a mi mamá, a quien su padre le pegaba por todos esas “picardías”. Su trabajo era el de una empleada de servicio maltratada constantemente y sin poder disfrutar de lo que todos los niños pueden disfrutar. Es decir su vida era dar y dar y No recibir.

Fueron 15 años así, hasta que un día y cansada de no ver un futuro para ella, tomó la decisión de escaparse de la hacienda y caminar durante toda la noche hasta llegar a la casa de uno de sus hermanos que vivía a casi 8 horas de ese lugar. Una vez allá su hermano le dio algo de dinero y ropa para que se fuera a Buenos Aires a vivir con otro hermano y así estar lejos de su padre y su madrastra.

En Buenos Aires ella se preparó y trabajo como enfermera en un hospital. Logrando su completa independencia. Aproximadamente en el mismo año que mi mamá viaja a Buenos Aires para iniciar una nueva vida sola, mi padre llegaba a estudiar Medicina en dicha ciudad. Allá vivió durante 15 años mientras hacia su carrera y especialización posterior.

Mi padre por el otro lado venía de una familia de inmigrantes Libaneses que consolidó una buena fortuna en Colombia, es decir a él no le faltaba nada. Como indiqué en la historia: “El hermoso patio verde de mi vecino”, ellos se conocieron en un grill porque mi padre tenía un grupo de música Colombiana, hobby que disfrutaba en sus ratos libres. Después de tener una relación de noviazgo, se casaron en Buenos Aires, luego se trasladaron a Colombia para comenzar una nueva vida en familia y allí nacimos mis 2 hermanos y yo.

Mi mamá salió de una vida sin futuro aparente, a una vida de estudiante en Buenos Aires en donde vivía con lo mínimo, hasta llegar a una vida de abundancia en Colombia con mi papá, en donde no le faltó nada! Vivió muy bien con mi padre y tuvo una nueva familia (mis abuelos y tíos paternos) que la aceptaron de inmediato por ser una mujer servicial y de buen corazón. Mis abuelos la trataban como a una hija.

Mi mamá fue preparada durante esos primeros 30 años de vida para llegar a ser esa mujer “perfecta” de la cual mi padre se enamoró, no solo por lo hermosa que era, sino porque tenía un don de organizar, de luchar, una humildad e inocencia y un corazón amplio y hermoso que cautivo a Todos! (incluso a mis abuelos paternos que quisieron dejarle una gran parte de su herencia, pero ella la rechazó…).

Desafortunadamente, muchos años después mis padres atravesaron varias crisis matrimoniales por temas de infidelidad de mi papá, lo cual puso a mi mamá en una nueva etapa de “sufrimiento”. En sus últimos años de vida, mi padre tuvo a una amante con la que se fue a vivir, en medio de un cáncer de próstata que terminó llevándoselo. Y esta mujer inicio un proceso legal con mentiras y testigos falsos reclamando sus pensiones, el cual duró 6 años, poniendo a mi mamá en una lucha permanente por sus derechos.

Pero como Dios ve los corazones y no el exterior de las personas, hace un par de meses a mi mamá le adjudicaron el 100% de todas las pensiones, sin hacer nada torcido, por el contrario todo al derecho. Y la otra mujer quedó en vergüenza por todo el daño que hizo durante tanto tiempo.

Lo que muestro en esta historia sobre la vida de mi mamá es todo lo que ella sufrió, pero al mismo tiempo todo lo que recibió por cada año de dolor. Es decir como recibió justicia!

Nunca le hizo falta nada, se dio todos los lujos que las mujeres de su época se daban e incluso después de la muerte de mi padre, su casa fue remodelada completamente sin que ella ni siquiera lo hubiera pedido  para que estrenara como jamás ella se imaginó que lo haría. Y finalmente recibió todo el dinero de las pensiones de mi padre a las que tenía total derecho. Tiene una salud envidiable a sus 80 años y una fortaleza y espíritu de lucha ante todas las adversidades. Bueno y no tiene ningún viejito guardado por allí que yo sepa (Si cómo no!!!), pero podría…  lo que si tiene es sus tres maravillosos hijos y sus 5 nietos que la aman y adoran; y muchas amigas que la acompañan constantemente.   Y es una gran inspiración hoy para mí y para toda la familia tanto paterna como materna.

Muchos de nosotros nos quejamos por todas las situaciones que hemos atravesado en los diferentes temas de nuestra vida, pero no alcanzamos a ver que Dios tiene cosas increíbles guardadas. Cada etapa de “sufrimiento” en nuestras vidas es una simple preparación para recibir las increíbles bendiciones que él tiene para cada uno de nosotros.

Igualmente nos quejamos de las personas que nos han hecho daño y no nos alcanzamos a imaginar que Dios está en control de todo.  Incluso de tus “enemigos”, él es el dueño del corazón y cuando permite que lleguen ciertas personas a tu vida a desequilibrarlo todo, ten la plena tranquilidad de que Dios tiene el control. Más allá del sufrimiento que experimentes, eso que has vivido era necesario para que crecieras y llegaras al lugar al que él te quiere llevar. Es decir que tu carácter fuera formado, o sea que tú fueras transformado.

Es interesante ver que ninguno de los hermanastros de mi mamá ha tenido finalmente una mejor vida que la que mi mamá recibió. Y no lo digo porque deseemos que lo peor le pase a las personas que nos hicieron daño, simplemente se los digo para que entiendan que: “lo mejor le pasa a los que han recibido el daño…” (Lee: “La clase de Francés”, y “ya compraste tus acciones de Apple”).

Lo que hay adelante siempre es mejor que lo que quedo atrás, porque lo de atrás era la preparación para recibir lo que está adelante. Y lo que vives hoy es lo que debes vivir en este momento, estás en el lugar que debes estar. Solamente espera paciente que todo lo que inicia también termina y tus bendiciones, tu justicia! están a la vuelta de la esquina.   

De hecho muchos de ustedes ya están comenzando a recibirla… Dios, es un Dios de Justicia! y jamas deja a sus hijos sin recibirla.

Un abrazo a todos los que entregarán el control a Dios, sabiendo que por cada año de dolor y tristeza, vendrán muchos años de amor, abundancia, salud y gozo en grande!!!

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