miércoles, 19 de junio de 2013

La clase de Frances


La clase de francés

En mi época de colegio tuve la oportunidad de estudiar Francés, fueron 2 horas semanales durante 6 años, y aunque parece suficiente, el día que se me presento la oportunidad de viajar a Francia pude ver que no entendía nada… al parecer perdí mi tiempo durante esos 6 años,  al menos tengo que reconocer que la clase era bastante divertida, ya que con mis amigos le cambiábamos el significado a las palabras para burlarnos de todo,  como pueden ver no me lo tome en serio.

Realmente, no tengo claro si mi bajo aprendizaje de este idioma se debía al maestro, o a mi falta de interés, porque en esa época no soñaba con viajar a Francia (solo quería vivir el momento y gozármela),  seguramente fue una mezcla de las dos.

Dado que el aprendizaje viene tanto por el esfuerzo del maestro y su metodología, como por nuestro interés y dedicación en aprender la lección, voy a tratar de explicarles los dos puntos de vista…

Un maestro es alguien que entrega algo, y enseña a través de eso que te entrega, todos hemos tenido una serie de maestros a lo largo de nuestra vida, en el colegio, en la universidad, e incluso en el trabajo;   tu puedes aprender porque te obligan a la fuerza o con el ejemplo, o simplemente porque el tema te apasiona tanto que tú mismo lo desarrollas y lo recibes de inmediato.

Si observamos a los niños, veremos que generalmente su forma de actuar se asemeja mucho a la de sus padres, e incluso a la de ciertas personas con las que comparten la mayor parte de su día, por ejemplo: mi hija solo vivió conmigo su primer año de vida, y hoy a los 12 años hace ciertas muecas que hago yo, y que les aseguro que no las hago delante de ella…  ella las aprendió por amor, osmosis o como quieran llamarle, esa es otra forma de aprender, esto también se ve en las parejas.

Entre estos maestros encontramos algunos suaves, despreocupados, pacientes, otros duros y exigentes, no se cual hubieras preferido tener tú,  pero si quiero centrarme en esos que han sido duros y exigentes,  ya que de alguna forma son los que más recordamos, y son los que más nos enseñaron.

Alguien me dijo una vez:  “Quien dijo que uno debe aprender a los puertazos…“ ;  pues, no quisiera entrar en esta discusión que tiene tanto de largo como de ancho, pero lo que si les puedo decir es que a todos nos cuesta aprender, y muchas veces las mejores lecciones en la vida las aprendemos es con puertazos, y es así porque no somos conscientes de que estamos en un periodo de aprendizaje.

Algunas de esas personas aparentemente nos han hecho daño, y la pregunta que tanto nos hacemos es: “Porque?... Que hice yo para merecer esto?”,  pues lo primero que debes hacer es cambiar la pregunta a: “Para qué?”

Para recibir una lección que debías aprender, de lo contrario esa persona no hubiera llegado a tu vida, duele cuando se van aunque descansas, y con el tiempo cuando las heridas han sanado, y ya esa persona no hace más parte de tu vida, es cuando entiendes el aprendizaje, es cuando ves que parte de lo que hoy eres y tienes se lo debes a esa persona.

“Así como el hierro se afila con hierro, el hombre forma al hombre”,  entonces, esas personas pasan por tu vida para que vivas experiencias que te lleven al límite, y en la medida que las puedas superar, estarás listo para recibir todo lo que has deseado.

En este momento de tu vida hay personas actuando como maestros, te están enseñando una serie de lecciones sin que ellos lo hayan planeado, y el objetivo de enseñártelas es para que puedas disfrutar tu viaje… es decir, tienes un profesor de Francés que te está dando una lección, y esa lección la vas a necesitar para poder sacar el 100% del viaje a Francia que vendrá pronto…   lo de hoy son apenas las clases…

Ahora, si no disciernes lo que tus maestros te están enseñando, en algún momento cuando inicies el viaje esperado te darás cuenta que no estabas preparada para recibirlo, y seguramente lo vas a arruinar.

Y lo mejor de todo, es que cuando lo arruinas porque no quisiste aprender las lecciones,  terminas echándoles la culpa a los demás por tu fracaso, esa es la salida más fácil para descansar.

Cuando mi hijo pierde un examen, viene y me dice: “Papi pero es que ese profesor no sabe enseñar…, además todos lo perdimos…”   jajaja,  mal de muchos consuelo de pocos dicen por allí.

En el trascurso de tu vida vas a ser sometido a diferentes exámenes o pruebas, cada vez que venga una prueba es porque previamente tú estabas siendo preparado para pasarla, y si la pierdes, no debes afanarte, ya que más adelante tendrás una nueva oportunidad de pasarla.

Por supuesto que esas personas que te están haciendo daño tiene su responsabilidad, pero te aseguro que no saben que lo están haciendo, como tú tampoco sabes que le estás haciendo daño a alguna persona en este momento, simplemente eres el maestro asignado y tu metodología está entrando en reversa…

Cuando mi hijo hace un examen en el colegio, inmediatamente terminan les ponen a corregirlo, y de esa forma aprende mejor su lección, esto mismo es lo que debes hacer cuando pierdes una prueba, debes repasar lo que paso, lo que hiciste, y por ultimo quedarte quieto y tranquilo esperando una nueva oportunidad para pasarlo.

Yo he tenido la fortuna de repetir pruebas, digo fortuna porque no siempre las puedes repetir, y aunque son bien duras, en la primera termino rindiéndome y huyendo de ella,  y por supuesto la pierdo, y luego que Salí corriendo me la paso pensando en que quisiera volver a tener una nueva oportunidad para superarla,   jajaja…   y cuando vuelve y llega, esos sentimientos de “No Puedo continuar” se repiten, “esto está muy duro, la vida debe ser más fácil” me digo…  y es allí donde debo aprender a tragarme mi ego, y continuar haciendo el examen, porque debo pasarlo.

Mi exesposa volvió a buscarme 6 años después de habernos separado, y recuerdo muy bien lo que me dijo:  “Ahora si estoy lista para vivir contigo, y manejarte…”. Yo le respondí:   “No es a mí a quien debes manejar sino a ti misma…”   Desafortunadamente para los dos era demasiado tarde, y créanme yo la observe durante esos largos años, la luche, la busque 1.000 veces, la trate como una princesa aunque con algunos tropiezos porque ella salía con alguien más y eso duele…   yo no pase esas pruebas,  ella menos, pero saben algo, fui valiente, fui un luchador, crecí como jamás lo hubiera hecho, y recuerdo que cuando llegaban las pruebas y las perdía,  al día siguiente, ya estaba estudiando nuevamente las lecciones para volver a repetirla en un par de meses, la perdí como 1.000 veces por terco, por no entender y aceptar mi proceso, y estar pensando que la que tenía que cambiar era ella…  cuando realmente era yo.

Y aquí viene el foco de todo esto, el gran protagonista de las pruebas eres TU!!!, si TU, nadie más, el maestro es solo un vehículo para que tu llegues al lugar al que debes llegar, él no es el protagonista, y generalmente, como en el caso de mi exesposa, nos enfocamos en el otro, pensando que esa persona debe cambiar, Nooooo, eres tu quien debe cambiar, el otro te está ayudando a confrontarte contigo mismo para que veas en que debes cambiar, tu carácter está siendo formado, de eso se trata, no de ellos, sino de ti…

Créanme una cosa, si estás pasando en este momento por una prueba, es porque debes pasar por ella, no le huyas, enfréntala, pasa el examen, recuerda que ya antes lo has hecho y la has perdido, pero tuviste la oportunidad de corregirlo, y aprender cuales eran los puntos débiles que debías repasar para cuando llegara la nueva oportunidad…

Muchos de nosotros, no queremos repetir la prueba una vez la perdemos, descargamos la responsabilidad en los demás y huimos, y de esa forma lo que hacemos es abrir un nuevo capítulo y comenzamos de nuevo, sin darnos cuenta que estamos volviendo a repetir la prueba pero con otras personas, y cuando te vienes a dar cuenta han pasado como 200 maestros por tu vida, y aún no has aprendido la lección, solo necesitabas uno para aprender Francés, pero algunas personas también quieren estudiar culinaria, tango, física nuclear, en fin, les fascina pasar la vida estudiando guevonadas sin llegar a donde tenían que llegar…

Dios tiene el control de tus maestros, es el quien los ha puesto en tu camino, es el quien los pone duros y exigentes, y algunas veces te pondrá otros suaves y pacientes, el maneja todo de acuerdo con la necesidad que ve en ti… es decir, conforme a lo que él quiere cambiar y desarrollar en ti,  déjalo actuar!!!  Y siempre, siempre valora a tus maestros.

No tengas temor de esta prueba, ya has sido preparada durante todos estos años y Dios está allí observándote, él quiere ver hasta dónde vas a llegar, para qué?  Para poder liberar las bendiciones que ya ha dispuesto para tu vida, todos esos sueños que tuviste alguna vez y a los que sigues renunciando están allí esperando que pases la prueba.

Hoy honro a todos y cada uno de esos maestros, porque no sería quien soy, ni tendría lo que tengo  si no fuera por ellos.

Gracias

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